PREGÚNTATE, SI LAS FAMILIAS ENVEJECEN
Cuando hablamos de familia se dice que “es la célula fundamental de la sociedad”, y es cierto porque la sociedad, si la miramos desde el punto de vista gráfico, es un conglomerado de personas que en subconjuntos está formada por lo que conocemos como familia. Veamos algunos significados del concepto familia:
Fuente: Elaboración Propia
Para resumir una concepción tan compleja podríamos citar a Rondón [if supportFields]><span style='mso-element:field-begin'></span><span style='mso-spacerun:yes'> </span>CITATION Mor13 \l 8202<span style='mso-spacerun:yes'> </span><span style='mso-element:field-separator'></span><![endif](Rondón, 2013)[if supportFields]><span style='mso-element:field-end'></span><![endif] quien define la familia como el principal factor de protección de todos sus miembros, los cuales están impregnados de valores, aplicados tanto en el núcleo como en los distintos entornos donde se desenvuelven cada uno de ellos.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando un miembro de la familia llega a la última etapa del ciclo vital? ¿Qué rol cumplen el resto de sus integrantes?
El envejecimiento humano es un proceso gradual y adaptativo, caracterizado por una disminución relativa de la respuesta homeostática, es decir el equilibrio que le permite al organismo mantener un funcionamiento adecuado, frente a las modificaciones morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas, propiciadas por los cambios inherentes a la edad y al desgaste acumulado ante los retos que enfrenta el organismo a lo largo de la historia del individuo en un ambiente determinado.(Instituto de Geriatría, s.f.)
El envejecimiento es un proceso intrínseco al ser humano, que va de la mano con lo que conocemos
como el Ciclo de la Vida, definido como el “…crecimiento y desarrollo que atraviesan las personas desde el nacimiento hasta su muerte” [if supportFields]><span style='mso-element:field-begin'></span><span lang=ES-VE style='mso-ansi-language:ES-VE'><span style='mso-spacerun:yes'> </span>CITATION Ara01 \l 8202<span style='mso-spacerun:yes'> </span></span><span style='mso-element:field-separator'></span><![endif](Araceli García y Manuel Vera, 2001)[if supportFields]><span style='mso-element:field-end'></span><![endif]. Este ciclo está compuesto por distintas etapas, Infancia, Adolescencia, Adultez y Vejez.
La infancia o niñez se refiere a la etapa en la cual el individuo inicia su aprendizaje, está representada por la fase protectiva de la familia,niñez familiar, donde la misma brinda el apoyo en el proceso de crecimiento del niño, además de adecuar los medios necesario para su alimentación, educación, entre otros aspectos que garanticen su bienestar. En la infancia se instaura el primer acercamiento hacia la socialización del ser humano y de la propia familia con sujetos de su mismo rango de edad como la comunicación intergeneracional, dentro de su entorno y las relaciones con otras familias.
La adolescencia del individuo y del núcleo familiar, marca el final del período vivido en la infancia y da inicio grandes cambios de orden biopsicosocial en el ser humano. Comienza el descubrimiento de la identidad y del sentido de pertenencia para consigo mismo. El
entorno familiar también cambia a lo interno y en sus relaciones externas, se presenta con un rol de guía, donde cada integrante comienza a jugar papeles importantes en la vida del joven y se despierta la búsqueda constante de autonomía.
Al llegar a la adultez, el ser humano se encuentra en su pleno desarrollo y se puede hablar de individuo autonómico y de familia adulta , el primero como ente que se desenvuelve en una sociedad con su propio rol de actor social y la segunda como institución madura donde se forman nuevos lazos con otras unidades familiares y nuevos compromisos sociales.
Por su parte, la vejez, tanto del individuo como de la familia como institución, es la última etapa del ciclo de vital, donde se experimenta el hecho del “nido vacío”, lo que se traduce en que los hijos ya son adultos y han conformado sus propios hogares,formando nuevas familias.
Los cambios en el núcleo familiar primario presentes en esta etapa comienzan a ser notorios en el orden biopsicosocial,las limitaciones físicas de los jefes de hogar, la soledad,la incertidumbre, se agudizan y podemos hablar de la familia vieja. Estos cambios afectan tanto a quien los vive como a su entorno, pero la ponderación del cómo afecta a los actores, se la conceden ellos mismos. Al llegar a esta etapa, temida por unos y añorada por otros, lleva consigo un proceso de adaptación y de reconocimiento de los cambios que se han producido en sus actores y en la institución familiar..
Cuando la dinámica familiar se fractura, cuando los procesos de adaptación no son asumidos de forma integral; se conforman los nudos críticos dentro de las relaciones: intrafamiliares y se transfieren hacia otras relaciones familiares, abuelos-nietos, y poco a poco la familia se desvincula y desdibuja consolidando la etapa de la vejez familiar.
Este proceso de envejecimiento familiar nos lleva a reflexionar aspectos como la independencia, la vida en pareja y la convivencia, en distintos grupos dentro de la sociedad, la propia cultura del envejecimiento y el concepto de vejez desligado de las concepciones peyorativas y tergiversadas que lo han dominado. .
Si se considera este último término al ámbito negativo de la vida humana, se traduce a enfermedad, ataduras, pérdida de libertad, prejuicios, entre otros. No solo para el individuo, sino para la propia institución familiar, hablamos del sujeto y de la familia enferma.
La otra visión del envejecimiento familiar, visto como un proceso de envejecimiento activo y saludable, nos conduce a salir del circulo vicioso del envejecimiento clínico y verlo como un proceso integral donde elementos como el entorno familiar y psico-social son determinantes , aspectos como el sentido de pertenencia enraizado en la familia, la conducta de protección asumida de unos con otros porque la familia nunca deja de ser familia, así “volemos del nido”, y formemos nuestros propios hogares, como lo dicta la “ley de vida” siempre volvemos a nuestra raíces, esas que envejecieron pero siguen siendo la base del cómo aprendimos a elegir y seguir un camino.
Envejecer no es fácil, tanto para el sujeto como para la familia, más aun cuando no tomamos conciencia que es un proceso natural del ser humano , pero al hacer introspección nos damos cuenta que ese cúmulo de experiencia, que tiene y puede transmitir esa persona quien dejó atrás etapas del ciclo de la vida, son esenciales para la construcción de una cultura del envejecimiento activo y saludable y con ello le vamos dejando a nuestras generaciones futuras un legado para ver la vejez no como fin del ciclo sino el comienzo de una nueva etapa como individuo y como institución.
Entonces, ¿la familia envejece? Sí, porque todos sus miembros lo hacen y la propia familia también, el rol de la familia como institución es acompañar a cada integrante, en este proceso de envejecimiento continuo para lo cual deben activarse todas las herramientas que posibiliten la interrelación familiar y la convivencia social, entre las que se pueden destacar:
Promover la asertividad dentro de la comunicación intergeneracional, así como el respeto de los roles de los miembros del grupo familiar.
Buscar información acerca del proceso de envejecimiento y sus etapas, para comprender a cada integrante de la familia.
Trabajar la resiliencia como herramienta para el proceso de adaptación a los cambios vividos durante la vejez.
Aceptar el proceso de envejecimiento como un hecho continúo en la vida que marcará la pauta hasta el fin de nuestros días.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
(s.f.). Recuperado el 07 de agosto de 2019, de Instituto de Geriatría: http://www.geriatria.salud.gob.mx/index.html
Araceli García y Manuel Vera. (2001). Fundación Dialnet. Recuperado el 06 de noviembre de 2019, de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5031053
Rondón, M. (2013). Recuperado el 06 de noviembre de 2019, de Investigando para la acción: https://sites.google.com/site/investigandoparalaaccion/