Las Personas Mayores en la Familia
Dr. Adonis Leal Arrieta
LOS ADULTOS MAYORES
Las personas mayores o adultos mayores son hombres o mujeres mayores de 60 años de edad, al llegar esa edad, muchos de ellos continúan trabajando, creando, están produciendo, pero también muchos de ellos están jubilados en sus casas, en casa de hijos o de algún otro familiar, también hay una población de adultos mayores en casas de reposo o centros geriátricos.
Para llegar a ser un adulto mayor sano, que sea independiente, había que llevar un estilo de vida saludable desde la infancia, con sus controles médicos, alimentación balanceada, actividad física constante, no tener vicios al cigarrillo, drogas o al alcohol, dormir bien, relaciones sociales positivas y todos los factores necesarios para llegar a esa tercera edad como debe ser.
SORPRENDIDOS POR LA VEJEZ
Pero este mundo moderno y agitado ha hecho que a muchas personas las sorprenda la vejez y resulta que no han hecho todo lo necesario para llegar completamente sanos a esa última etapa de su vida, también los sorprende los genes heredados que van a afectar su calidad de vida,
las secuelas de los accidentes ocurridos a lo largo de su vida, las enfermedades padecidas también pueden influenciar su salud, así también como el resto de su estilo de vida. Entonces lo cierto es que las personas llegan a ser adultos mayores de un momento a otro y no todos se prepararon para esa etapa de la vida a pesar que querían llegar a viejos.
LA FAMILIA
Es así que se tiene una población importante de adultos mayores en las familias que en algún momento van a depender de ellas de manera directa o indirecta, no solo eso, sino que cada vez van a envejecer más y van a perder facultades físicas, agilidad mental y a medida que pase la edad esas facultades se pierden con mayor rapidez y no hay mucho tiempo para recuperar el estado de salud deseado. En las consultas médicas en el consultorio y en las consultas a domicilio son evaluadas personas mayores que viven con su familia y la mayoría de las veces se les tiene amor, consideración, pero tienen desconocimiento de las características del envejecimiento, ya que no entienden por qué ese adulto mayor tan lento o por qué no hacen algunas actividades que ellos pretenden que hagan, incluso en pacientes con diagnóstico de Alzheimer, los familiares llegan a decir que muchas de sus conductas o acciones son por capricho, por flojera o simplemente para llamar la atención.
EDUCAR SOBRE ADULTOS MAYORES
Así como en las escuelas de primaria y secundaria se estudia la adolescencia, también se debería estudiar la vejez, dedicar, aunque sea una clase donde se explique los cambios físicos, psicológicos y sociales que se presentan en el envejecimiento, para que se vaya conociendo la vejez y se tenga comprensión de su lentitud, de sus dolores, de sus achaques.
Con esto se lograría menos maltratos, más sensibilidad y mejor actuación hacia las personas mayores. Pero como eso es una utopía, entonces se deberían hacer campañas informativas en las redes sociales, en la televisión, en el cine, así como se hacen para cualquier otra causa, no solo por personas independientes sino por los estados, por las organizaciones con representaciones en todo el mundo, por las iglesias, sobre cómo debe ser el trato a las personas mayores y como lograr que continúen envejeciendo de una manera saludable.
CONSULTA MEDICA EN ADULTOS MAYORES
Generalmente los motivos de consulta médica geriátrica referida por familiares es por alguna sintomatología aguda que descompensa a la persona mayor o que descompensa la paz y tranquilidad del mismo familiar, como por ejemplo los estados de ansiedad, intranquilidad, dolor que agita al paciente, una ulcera por presión que está muy extensa, profunda y fétida o cuando creen que ya no se puede esperar mas tiempo para que reciba atención por temor a un desenlace fatal, incluso algunos familiares se han atrevido a decir que el motivo de consulta es para tener un médico de cabecera para cuando le llegue el desenlace final y tenerlo por si necesita firmar el certificado de defunción.
LA FAMILIA Y SUS PERSONAS MAYORES
Para atender a un adulto mayor en el seno de la familia es importante tenerlo como prioridad, atenderlo por amor, no por obligación, hay que atenderlos como quisieran que los atendieran a ellos mismos cuando lleguen a esa edad, con respeto, con solidaridad, con agradecimiento por todo lo que hicieron por ellos o por lo que hicieron por otras personas.
Para tener un buen envejecimiento la relación de la familia con ese adulto mayor debe ser cordial, amena, en principio atendiendo sus necesidades básicas con dignidad, un lugar apropiado, una cama y colchón en buenas condiciones en una habitación donde tenga un mínimo de privacidad,
manteniéndola aseada. Luego con una alimentación acorde a sus necesidades, sus condiciones y sus gustos, adaptarla en lo posible para que sienta lo importante que es para sus hijos y sus familiares.
También hay que sentarse con ellos y dedicarles un tiempo para conversar y contarles sus logros, sus proyectos o para pedirles consejos o asesorías en cualquier tema en el que ellos puedan ayudarlos. En caso de que no estén cerca de ellos, entonces lo recomendable será llamarlos por teléfono con mucha frecuencia, a diario, por videollamadas, incluirlos en grupos de WhatsApp (es excelente idea, ya que cuando una persona del grupo escribe algo o deja un mensaje de voz, los otros integrantes del grupo tienden a reaccionar y responder u opinar sobre lo que se diga). Estas acciones van a influir positivamente sobre la salud mental de la persona mayor haciendo que su envejecimiento sea saludable.
VIGILANCIA DE LA SALUD
En cuanto a su salud física se debe estar pendientes de las consultas médicas necesarias, entre ellas las consultas de control para sus enfermedades crónicas, para que se mantengan estables y reducir al mínimo las complicaciones que se pueden presentar. Pero no solo es llevarlos a los controles médicos si no garantizarles el suministro de medicamentos para evitar que falten dosis, es conveniente tenerles siempre al menos uno o dos meses asegurados de fármacos para garantizarles que tengan controlados sus padecimientos y también para darles tranquilidad.
PEQUEÑAS DOLENCIAS DEL ADULTO MAYOR Y LA FAMILIA
Una recomendación muy especial, sobre todo a la familia, es hacer lo posible por apreciar todas las dolencias o males que tenga una persona mayor, debido a que generalmente se presta atención es a las enfermedades grandes, a las que son mas evidentes y causan o pueden causar grandes males, pero aquellas enfermedades menores o que parecen menores, muchas veces no son tomadas con suficiente interés incluso por los mismos médicos y como consecuencia no son tratadas y por lo tanto van a seguir padeciéndolas por mucho tiempo.
Como ejemplo de estas pequeñas dolencias que van a afectar la calidad de vida de las personas mayores tenemos: la caspa, tapón de cerumen, las dermatitis, la presbicia, incluso la catarata, gingivitis, estomatitis, las caries, gastritis, estreñimiento, flatulencias, artrosis, temblores, mialgias, incontinencias y cualquier enfermedad o condición que los pueda afectar.
Por ejemplo, una persona mayor que tenga una seborrea o caspa, que tenga un oído obstruido por un tapón de cerumen, que también presente presbicia y artrosis, esa persona generalmente no es llevada a una consulta médica porque esas enfermedades o condiciones no son graves, pero si disminuye la calidad vida considerablemente, entonces es importante que se conozca de esas condiciones y enfermedades. Todas las enfermedades tienen tratamientos, siempre hay algo que se puede hacer para resolverlas o para minimizar el mal.
Por eso es importante que la familia esté comprometida a mantener o a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, desde la familia se inician las grandes obras, si desde allí se trata y se atiende como se debe a sus adultos mayores, de esa manera va a ser la actuación en la sociedad de esa familia.
